Desde que tengo 4 años recuerdo ir junto a mis padres y hermanos a cosechar a la huerta de la casa un poco antes de la hora de almuerzo para elegir la ensalada o incluso el almuerzo que disfrutaríamos ese día. Esas experiencias fueron tan potentes en mi vida, que hoy a mis 37 años de edad, han definido mi vida laboral y me han enseñado más que cualquier libro que pueda aportar hoy en mis conocimientos.
Las vacaciones ya llegaron, es momento de descansar y de organizar actividades que nos permitan compartir en familia, relajarnos y disfrutar, entonces, que mejor planificar una huerta donde participen desde los más pequeños hasta los que tienen más experiencia, nuestros padres y abuelos.
Queremos trasmitirles lo importante de compartir con sus hijos este tipo de actividades que colaboran y traen un sin fin de beneficios, pero el mayor de estos, es el de enseñarles a conectarse con la naturaleza y mostrarles herramientas que quedarán como experiencias tremendamente importantes para el resto de sus vidas.
Algunos de los beneficios de hacer una huerta:
1. Terapéutico
La huerta es una gran terapia, tocar la tierra, sentir el aroma de las flores, ver y sentir la diversidad de pajaritos, bichos, mariposas, abejitas y caracoles que se reúnen en torno a ella, nos da paz, nos comienza a conectar con una experiencia maravillosa, nos entregará la tranquilidad y el relajo que muchas veces no encontramos durante las otras actividades realizadas durante nuestra rutina diaria.
2. Reúne a la Familia
Construir una huerta requiere de planificación y sobre todo mucho amor, reunirse en familia en torno a un objetivo en común como establecer tareas y trabajar en equipo fortalecerá los lazos del grupo en torno a una actividad tremendamente beneficiosa sobre todo cuando ya vez los resultados y puedes disfrutarlos en torno a la mesa familiar.
3. Entregar alimentos sanos
Comenzar a entender y experimentar una huerta sin intervención química nos entrega gran conocimiento, comenzamos a entender que en la naturaleza esta todo, que podemos ir viendo el milagro del crecimiento de cada hortaliza para luego cosecharla y disfrutarla también nos muestra que podemos finalmente cultivar nuestros propio alimentos, gastar menos y comer alimentos sanos y sin ningún tipo de intervención.
4. Valorar cada alimento
Al vivir este proceso entendemos lo valiosa que es cada hortaliza, cuando vives el proceso completo de plantar una semilla, verla germinar y esperar meses para poder cosecharla durante una etapa de cuidados, dedicación y mucho amor, es entonces cuando valoras más que nunca lo que estás comiendo. ¿Cuántas veces hemos comprado una lechuga en el supermercado que ha terminado descompuesta en el refrigerador porque no se comió? Cuando haz vivido el proceso de una huerta cuidas y valoras muchísimo más cada alimento que llega a tu mesa, ¡imagínate perder un alimento que cuidaste con dedicación durante meses!.
5. Regalos hecho en casa
La huerta es tremendamente generosa y productiva, una vez que comiencen las etapas de cosecha te darás cuenta que tendrás de sobra para poder compartir y además como todo este aprendizaje de hacer huertas te enseñará a producir regalitos naturales donde ya no gastarás dinero y podrás entregar presentes con sentido. Por ejemplo hacer un aceite con las especias de la huerta, hacer una almohada con lavanda, preparar mermeladas y así un sin fin de alternativas.
Te invitamos durante este verano a comenzar tu huerta familiar ya sea en casa o departamento, comienza este nuevo año cultivando un tesoro que te llenara de regalos durante todo el año.