Por ejemplo, el blanco en las frutas y verduras reduce el colesterol y la presión arterial, previniendo las enfermedades cardíacas y disminuyendo el riesgo de cáncer de estómago y colon.
A su vez, las frutas y verduras violetas son ricas en antioxidantes y fitoquímicos, ayudando a preservar la memoria, combatiendo el envejecimiento y disminuyendo el riesgo de algunos tipos de cáncer.
El color amarillo y naranjo aporta con el beta-caroteno, vitamina c, potasio y ácido fólico, mejorando la cicatrización y ayudando a tener buena visión.
El color rojo ayuda a tener mayor salud cardiovascular, disminuye el riesgo de cáncer y ayuda a tener buena memoria.
Por último, el color verde en las frutas y verduras, fortalece el sistema inmulógico, siendo anticancerígenos y muy importantes en el embarazo, siendo ricos en ácido fólico y vitaminas c y k.