Las abejas son parte fundamental del ciclo de la vida, siendo los polinizadores más importantes de las plantas con flores (90% de ellas necesitan ser polinizadas). Tener en cuenta que de las 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan más del 70% de ellos, por lo que su cuidado es fundamental para el futuro del planeta.
La agricultura transformada en un negocio intensivo, los agroquímicos utilizados para la preservación, las especies invasoras que han sido introducidas en los distintos hábitats y el cambio climático son las principales amenazas para la abeja, cuya población se estima que desaparecerá en un 40% en los próximos cien años, según datos del Instituto de Agricultura de Sydney.
Se las encuentra en todos los continentes (excepto en la Antártida), participando en la evolución y sustentabilidad de los ecosistemas donde hay plantas con flores. Su estructura biológica está adaptada para alimentarse de polen y néctar, usando el primero fundamentalmente como alimento para las larvas y el segundo como reserva energética para su propio organismo.
La mayoría de las abejas son de cuerpo velludo con pelos plumosos por lo que llevan una carga electrostática que ayuda a que el polen se adhiera a su cuerpo. A su vez, con sus patas transfieren el polen a las canastas que poseen para el transporte, siendo algunas especies muy especializadas visitando flores de una sola especie por un período de tiempo antes de ir a otra especie, lo cual es beneficioso para las plantas que requieren polen de la misma especie para su fecundación. Hay que tener en cuenta que la abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies, largos vuelos de hasta 12 km.
Existen más de 20.000 especies conocidas y de ellas aproximadamente el 75% de las especies son solitarias (no producen miel ni cera), 15% parasíticas (que también son solitarias) y 10% son sociales. Sólo 10% es social! Y justamente la especie mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada “abeja”, la cual pertenece al 10% de las sociales viviendo en enjambres formados por tres clases de individuos: la abeja reina, las obreras y los zánganos.
- La abeja reina es la madre de todo el pueblo, teniendo un tamaño mayor que el resto y existiendo solo una por cada colmena. Su objetivo es exclusivamente la reproducción y dirigir a la colmena para producir miel necesaria para sobrevivir. Su ciclo de vida es de dos o tres años en promedio, solo utilizando sus alas para ir en busca del zángano que la fecunde, y en caso límite, para desplazarse con todo el pueblo a un nuevo hogar. Una vez fecundada, el ritmo de puesta de huevos es impresionante (2.500 por día en promedio), sabiendo de antemano el sexo del huevo que debe poner. No produce miel ni cera, y sólo recibe su alimento especial fabricado por las obreras, llamado jalea real (en estado puro y sin polen) lo que les otorga la característica que sean mucho más grandes, que sean fértiles y que tengan un ciclo de vida mayor.
- La abeja obrera es la base de la colmena, siendo la encargada de salir todos los días a polinizar las flores y recoger néctar, almacenando la carga en su buche melario para transportarla. Tengan en cuenta que por cada viaje que hace una abeja obrera, esta transporta medio miligramo de miel, por lo que en toda su vida producirá solo 1/2 cucharada de miel (en 800 km recorridos en promedio). Por tanto valoricemos ese enorme trabajo que hacen ya que deben visitar alrededor de 10.000.000 de flores para producir 1 kg de miel que al ser humano le parece tan simple al comprarlo en su local favorito. Su ciclo de vida es de solo 50 días en promedio y aparte de lo ya dicho, hacen la jalea real que sirve de alimento a la abeja reina, limpiando la colmena, fabricando los panales de cera y además defiendendo la vivienda contra potenciales invasores. Eso sí que es trabajo!!
- El zángano es el padre de todas las abejas de la colmena, aunque nunca conoce a sus crías ya que muere al fecundar a la madre (la abeja reina). No trabajan para la colmena, siendo su única función la continuidad de la especie, por lo que deben ser seres fuertes y para ello se comen la producción diaria de seis abejas. Cuando llega el otoño y la reina ya ha sido fecundada, éstos ya no son necesarios y su vida se extingue, por lo que jamás ven el invierno.
Para que se hagan una idea, en una colmena pueden vivir aproximadamente 50.000 abejas, aunque este número varía mucho en función de la situación geográfica, floración de la zona, cuidados que realizan los habitantes de ella, entre otras cosas.
No obstante lo anterior, es fundamental conocer cuáles son las especies nativas (endémicas) de Chile para protegerlas ya que son ellas parte de la causa de que tú en estos momentos puedas estar leyendo. ¿Conozcámoslas?
En Chile se han registrado hasta ahora cerca de 450 especies existiendo una amplia variedad de tamaños, colores y formas, siendo en su mayoría solitarias y por tanto haciendo sus nidos en el suelo y troncos de árboles. Gran parte vive solo en Chile, por tanto debemos cuidarlas al máximo ya que tenemos un tesoro ecológico!
¿Cuáles son las familias de abejas que existen en Chile?
- Colletidae que tienen lengua corta, teniendo un tamaño grande por lo que son muy llamativas (9 a 20 mm), bastante solitarias y además producen una secreción con la que cubren las paredes interiores de sus nidos aplicándolas con sus aparatos bucales (aproximadamente 35% del total en Chile).
- Apidae en donde está la abeja melífera o doméstica que es de lengua larga aunque justamente esta especie no es nativa (aproximadamente 20% del total en Chile).
- Megachilidae en donde está el resto de abejas de lengua larga y tienen distintos tamaños (5 a 20 mm), viviendo de forma solitaria, con cuerpo robusto y aplastado, además de cabeza grande y ancha (aproximadamente 15% del total en Chile).
- Andrenidae que es de lengua corta y que en su mayoría viven en zonas templadas o áridas, siendo pequeñas en tamaño (2 a 9 mm) y con escopas en los segmentos basales de la pata además de la tibia siendo una de las especies más diversas que habita en Chile (aproximadamente 15% del total en Chile).
- Halictidae que son de lengua corta, siendo de tamaño medio (4 a 10 mm), algunas con colores metálicos brillantes (verdes, azules o con bandas de color rojo), siendo algunas incluso atraídas por el sudor (aproximadamente 15% del total en Chile).
Las nativas tienen la particularidad de hacer vibrar su músculos para desprender el polen de las flores. Esto se llama buzz por lo que las hace más eficientes en la polinización que por ejemplo la abeja doméstica quien no tiene la capacidad de hacer esto. Por tanto las abejas chilenas son más productivas!!
A su vez, las nativas tienen una forma que encajan de perfecta forma con algunas especies de flores nativas, siendo dependientes entre si por lo que una no puede vivir sin la otra. La mayoría de la flora nativa existe gracias a las abejas!! Esto hace que el circulo virtuoso del ecosistema funcione de forma armónica y permita la sustentabilidad de las especies. Así que mucho ojo con intervenir los procesos naturales… si afectamos una parte de la cadena, tendremos un impacto ambiental global.
Por lo anterior, es fundamental plantar flora nativa ya que es ella quien les da sustento a las abejas de Chile. Por tanto, no se enfoquen en cuidar solamente a las abeja doméstica que producen la miel (Apis mellifera) ya que esta no es nativa (a ella le gustan más las rosas, lavandas, menta y romero), y planten especies nativas como peumo, quillay, ulmo, ortiga caballuna, culén, natre, entre otros. Aparte de cuidar a nuestras abejas, tienen otras grandes propiedades que citamos a continuación:
- Al estar estas especies nativas ya aclimatadas, necesitan muy pocos cuidados y casi nada de agua (dependiendo claramente de la zona).
- Resisten eventos atmosféricos extremos.
- Resisten las plagas.
- Enriquecen y fijan el suelo, evitando la erosión.
- Dan sombra y regulan la temperatura ambiente.
Para apreciar fotografías de las especies nativas de Chile, les recomendamos la página de Abejas de Chile el cual tiene un catálogo notable que está actualizándose cada día. Recuerden que se estiman cerca de 800 especies nativas en Chile y solo tenemos registro de algo más de la mitad de ellas por lo que el seguir estudiándolas y cuidándolas es nuestro deber como comunidad. No olviden que el futuro de todos depende de esta bella especie animal que nos colabora día a día para seguir avanzando en el camino de nuestras vidas.
Por tanto participa de forma activa en su preservación teniendo en cuenta estos 4 puntos finales:
- Siembra flores, árboles y arbustos que les entregue a las abejas el pólen y nectar que necesitan.
- Utiliza cero químicos para el cuidado de tu huerta y jardín.
- Si consumes miel, investiga las prácticas y el origen de la producción. Nosotros recomendamos a Mundo Miel quienes sabemos que no dañan a las abejas.
- Sé consciente del impacto y la gravedad de este tema. Las abejas son esenciales y a ellas debemos proteger siempre!