La industria de la pesca está arrasando la sustentabilidad planetaria a través de la depredación de los océanos. Es impresentable cómo aún seguimos ciegos y sin defensa alguna en relación a la operación de las grandes pesqueras que extinguen todo a su paso por el vil y sucio dinero.
Siempre hemos dicho que nosotros como generación debemos hacer el cambio. Aunque no nos guste, es nuestro deber por solo existir en esta era, solucionar los grandes problemas que varios otros han ido causando y que por añadidura nosotros también somos parte. El solo hecho de consumir los productos que se generan con prácticas absolutamente aberrantes, nos hace cómplices de estas y nos debería dar vergüenza. Si queremos ser consecuentes con nuestros actos y queremos ser empáticos, debemos parar este abuso y solo lo haremos con no ser parte de ese ciclo económico.
¿Qué queremos dejarle a nuestros hijos? ¿A nuestros nietos? ¿Te has hecho esa pregunta? A veces solo nos preocupa lo monetario, darles una buena educación, pero démonos cuenta de una vez por todas que el dinero es algo que no compra la felicidad ni mucho menos la sostenibilidad planetaria. El tiempo se acaba… y la salud de los ecosistemas está llegando a un punto de no retorno.
Este documental del 2021 recientemente estrenado en Netflix nos da una mirada crítica de la perversa industria de las pesqueras. Dirigida por Ali Tabrizi quien se aventura de forma muy valiente en investigar cómo opera la caza de ballenas, delfines, tiburones, mariscos, peces y cómo esto impacta de sobremanera en el ecosistema marino a través de la pérdida de eslabones en las cadenas alimenticias o la gran generación de residuos que supera incluso el impacto de los microplásticos; nos entrega una nueva oportunidad para tomar consciencia a nivel mundial con el fin de entender que nuestros consumos impactan directamente en el medio ambiente e incluso en los derechos humanos de algunos pueblos esclavizados por delincuentes asociados a estas industrias.
Al igual que «Cowspiracy» (2014) en donde se habla del impacto de la industria del ganado, «Seaspiracy» nos habla a su vez de cómo también grandes corporaciones escudan y protegen a la industria pesquera ya que hay intereses económicos poderosos. Se nota la mano del productor de ambas Kip Andersen quien desde hace años lucha en la industria audiovisual exponiendo de forma masiva a estas compañías que están operando con prácticas muy poco sustentables y que nosotros como consumidores debemos «castigar».
Es hora que varias compañías como Mitsubishi y Unilever, o certificaciones horrorosas que solo desprestigian a otras de su misma clase como «Dolphin Safe», den la cara a nivel planetario y paren sus abusos ya que han hecho un daño tremendo solo comparable con actos que están en los más sangrientos episodios de nuestros libros de historia. Ya hay varias que saltaron en defensa propia para no sucumbir en el desprestigio que el documental está derramando a través de la plataforma de streaming, sin embargo nosotros como individuos debemos ser cada vez más cautos a la hora de realizar nuestros hábitos de consumo ya que lamentablemente el dinero está cada vez más operando como una venda en los ojos de los «poderosos» haciendo que el futuro del planeta sea cada vez más una interrogante.