Cuando uno quiere cambiar el futuro del planeta, debe ser parte de ese cambio. Muchas veces nos cuesta ya que el miedo está presente frente a la incertidumbre, sin embargo, a través de los cambios es cuando uno avanza ya que no existen las líneas rectas en la naturaleza sino que las curvas que cambian de dirección son parte del paisaje.
Nuestra casa la transformamos a una que fuese lo más autosustentable posible. Y el primer paso para ello fue sentarnos juntos a planificar lo que necesitábamos hacer para que eso ocurriera. Nos enfocamos primero que todo en los gastos que teníamos y comenzamos a analizarlos. ¿Era necesario el TV Cable? ¿Era necesario el seguro A, B o C? ¿Era necesario el modelo de vida que habíamos construido?
Las necesidades muchas veces son creadas por un sistema de consumo que no es realmente el que buscamos como individuos y es por ello que es bueno detenerse a analizarlo un momento para optimizar los gastos que tenemos al punto de maximizar nuestro propio bienestar.
Tomamos consciencia de los consumos de energía eléctrica que estábamos gastando y junto a ello decidimos optimizarlo. ¿Cómo? Usando sólo ampolletas LED (Light Emitting Diode) el cual es un elemento capaz de recibir una corriente eléctrica muy baja para emitir una radiación electromagnética transformada en luz. A su vez, comenzamos a eliminar electrodomésticos con potencias muy elevadas de manera tal de evitar demandas muy altas y así estabilizar nuestro consumo. Fuimos conscientes de ir desconectando los aparatos y apagando las luces cada vez que no eran utilizadas. Y así paso a paso fuimos llegando a nuestro óptimo…
Con números en mano, comenzamos a instalar paneles solares y aprovechar la energía que nos entrega el Sol para transformarla en energía eléctrica. Para ello instalamos paneles fotovoltaicos monofaciales monocristalinos que logran la generación que buscábamos para el día con un excedente importante para acumular en baterías para la noche.
Hay que tener en cuenta tres componentes para desarrollar un proyecto solar en tu hogar. Necesitamos paneles solares (que es lo más conocido), un inversor y si queremos abastecernos por la noche necesitamos baterías. Les explicaremos los últimos dos componentes ya que no siempre se habla de ellos.
El inversor es el que está encargado de transformar la energía eléctrica generada por los paneles solares (corriente continua generalmente a 12 volts) en la que necesitará tu hogar para que funcione todo de forma correcta (corriente alterna a 220 volts aquí en Chile). Desde este momento ya puedes darle la importancia al inversor dentro del sistema: la energía generada por los paneles solares no serviría de nada si no fuera por el trabajo de este dispositivo.
Por otro lado, las baterías son las que acumularan la energía para que podamos usar la electricidad generada por los paneles solares durante la noche, cuando no está el Sol presente. Por tanto, para aquellos que quieran ser realmente autosustentables durante las 24 horas del día, deben considerar sí o sí un banco de baterías para poder suministrar el hogar con electricidad durante la ausencia de Sol.
¿Cuál es el óptimo del banco de baterías? Todo depende del consumo eléctrico en las noches o en aquellos días con menos luminosidad. Para ello debemos conocer algunos parámetros técnicos de la batería como la “capacidad” (medida en amperios-hora “Ah”), que se define como la cantidad de electricidad que puede lograrse en una descarga completa de la batería partiendo de un estado de carga total de la misma.
Es importante planificar y entender bien los sistemas antes de invertir en alguno. Ojo que no solo en las casas se pueden hacer estos cambios, sino que también en los edificios se pueden hacer. ¿Cómo? Entendiendo que los edificios son grandes casas en que cada departamento es una habitación y por tanto es clave que se organice cada habitante de ella para trabajar en comunidad.
Avancemos juntos hacia un futuro sostenible y abracemos los cambios que son absolutamente necesarios para la regeneración que buscamos.