La consciencia ambiental debe estar presente en cada uno de los habitantes de este planeta. Hemos llegado a un límite y es por ello que cada uno de nosotros debe aportar su «granito de arena» para revertir el futuro catastrófico que estamos destinados a vivir si es que seguimos «haciendo lo mismo de siempre».
Suena pesimista. Pero lamentablemente es así. Debemos abrir los ojos ahora y evitar que en 30 años más no podamos vivir como lo hacemos hoy. Los gases de efecto invernadero (GEI) se llaman así ya que tal como lo hacen los invernaderos con las plantas, crean una atmósfera artificial que está incrementando la temperatura a niveles nunca antes vistos, creando un caos ambiental sin precedentes como derretimientos de recursos hídricos, violentas tormentas concentradas en pocos días que ya no tienen una estacionalidad que duraba meses, y temperaturas records tanto máximas como mínimas a nivel global.
Y es que según la proyección que han entregado los científicos, al año 2050 se habrá incrementado la temperatura en 3°C y aunque uno crea que esto es insignificante, les recordamos que la naturaleza es perfecta. Solo un ejemplo: nuestro cuerpo humano tiene una temperatura corporal en torno a los 36,5 °C… un grado más tienes fiebre… un grado menos tienes hipotermia… ambos con riesgo de muerte si se mantienen por largo tiempo.
Es por ello que la ONU designó el 28 de enero como el día clave del año para frenar las emisiones y tomar decisiones para cuidar nuestro planeta denominándolo «Día Mundial por la Reducción de Emisiones de CO2». ¿Recuerdan la COP21 de París? Seguramente por primera vez muchos de ustedes escucharon esa sigla (Conference of the Parties) y es que llamó la atención del planeta ya que por primera vez daba cifras claras de compromiso entre los países que se adherían: lograr que el aumento de las temperaturas se mantenga bastante por debajo de los dos grados centígrados comprometiendo incluso a los firmantes a «realizar esfuerzos» para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados en comparación con la era pre-industrial.
Pero lamentablemente, les tenemos una mala noticia. Varios de los países que más emiten CO2 (uno de los GEI más importantes) a la atmósfera no son parte de este acuerdo y peor aún: lo que se pensaba que iba a ocurrir en 2050, se cumplió en algunos lugares del mundo el 2019… es decir 31 años antes!
¿Qué hacemos entonces? Nosotros como individuos debemos cambiar el futuro. No podemos esperar a que «los países» se pongan de acuerdo ya que NO HAY TIEMPO! Así que no esperemos que «el vecino» o «el estado» haga algo… si no que levántante de tu asiento y toma decisiones por salvar el futuro de la humanidad.
Aquí te pasamos algunos tips que pueden ser de ayuda y que hemos clasificado en 7 conceptos…
1. Traslados: Reducir el uso del automovil particular, exigir transporte público eficiente e incluso usar las escaleras!!
Obviamente a menor uso del auto (a bencina o diesel), menos emisiones. Si no te queda otra que utilizarlo, al menos aprovechémoslo al máximo, compartiendo su espacio con otros ocupantes si fuese posible. Otra opción es usar el transporte público y exigir que sea eficiente y más ecológico; aunque somos conscientes que en varios países esto aún está en desarrollo. De todas maneras, siempre evaluar si es posible ir a pie o en bicicleta en todos los desplazamientos, tanto de ocio como para ir al trabajo e, incluso, siempre evaluar en tu trabajo la opción de no desplazarse gracias al teletrabajo (home office) que según nuestra propia experiencia es más productivo aún. Por último, considera no utilizar el ascensor: sabías que en 12 segundos consume lo mismo que una ampolleta de 60W en 1 hora? Así que es la excusa perfecta para hacer un ejercicio diario.
2. Hogar: Tener nuestra casa o departamento en el óptimo de eficiencia energética
Siempre es bueno revisar el consumo de energía eléctrica de tu hogar y con ello buscar la eficiencia energética. Por ejemplo, tener una aislación correcta que no tenga perdidas de calor (para ello revisar ventanas, puertas y el revestimiento de la casa/edificio), comprar en lo posible solo electrodomésticos de alta eficiencia (A+ y superiores), cambiar todas las luces del hogar por LED, utilizar la lavadora o el lavavajilla siempre cuando estén llenas optando por la temperatura del agua lo más baja posible; esperar a tener ropa suficiente para comenzar a planchar… ¿Sabías que una hora de planchado equivale al consumo de un televisor encendido durante 20 horas seguidas?. Recordar siempre que se debe consumir lo justo y necesario!
3. Fuente de Energía Eléctrica: Renovable
Una de las ventajas ambientales de las energías renovables (solar y eólica por ejemplo) es que no emiten CO2. Se puede hacer uso de ellas instalando en tu casa/departamento/condominio un sistema de autoconsumo con paneles solares (los cuales han bajado bastante de precio siendo cada vez más accesibles) o incluso turbinas eólicas en aquellos lugares con alto viento. ¿Lo han siquiera evaluado?
4. Alimentación: Seguir una dieta con baja huella de carbono
Los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI. Este porcentaje podría ser incluso mayor si se tuvieran en cuenta las fuentes de emisión indirectas. Es por ello que elegir (demandar) una dieta baja en carbono no solo beneficia a la salud, sino también al medio ambiente. Es por ello que se deben evitar los productos que necesitan demasiada energía o recursos naturales para su producción (como por ejemplo la carne), que se transportan desde lejos (productos que no son de la temporada o del territorio donde estás ubicado) o que requieren de un complejo envasado (peor si es no reciblable). En ustedes está el poder de hacer el cambio: la oferta se mueve por la demanda!
5. Geografía: Demandar productos locales
Los productos locales son llamados a su vez de “kilómetro cero”, de “proximidad” o de “cadena corta”. Estos se elaboran y comercializan de forma local y por ello, reducen las emisiones de CO2 y otros impactos ambientales del transporte internacional. Además de ayudar a la reducción de los GEI, estaremos fomentando la economía local que beneficiará a tu comunidad entregando solo externalidades positivas en materia económica (claramente si está bien manejada).
6. Hábitos: Convertirse en un consumidor sostenible
Los consumidores sostenibles no solo ahorran dinero, sino que son respetuosos con el medio ambiente teniendo la consciencia suficiente para cambiar el futuro de la humanidad. Hay que tener siempre presente las 5R: Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reparar y Reciclar. Debemos rechazar aquello de lo que no podemos hacernos cargo de forma responsable; debemos usar la menor cantidad posible de productos (reducir) y aprovecharlos más de una vez (reutilizar); debemos reparar lo que se nos haya descompuesto aunque el sistema económico actual nos invite a otra cosa; y debemos reciclar los residuos de materiales reciclabes como a su vez compostar los desechos orgánicos.
7. Cuidar la Naturaleza: Plantar árboles y flora nativa
Los árboles y la flora en general son nuestro gran aliado. Ellos actúan como “sumideros de carbono”, es decir, retienen el CO2. Es por ello, que se deben apoyar medidas que eviten la deforestación de los bosques, debemos ser extremadamente cuidadosos con provocar incendios forestales y debemos estar siempre impulsando la plantación de nuevos árboles nativos que aparte de hacer su labor en torno al CO2, también mejoran los suelos (reteniendo el agua), las condiciones del ecosistema natural reduciendo la cantidad de agua necesaria para subsistir y entregando las ventajas para el desarrollo de la fauna que se nutre de ella, como por ejemplo las abejas.
Ya revisando lo anterior… ¿Haces algo en cada uno de los 7 conceptos? La idea es te saques un 7 y aprobemos todos este examen por el futuro de la humanidad de la que tú eres parte. Nosotros ya hemos hecho estos cambios… ¿Te sumas a nosotros?